El camino fácil y rápido para hablar eficazmente. (Resumen).

 

Introducción.

El camino fácil y rápido para hablar eficazmente, de Dale Carnegie y Dorothy Carnegie es un referente mundial en relación a la oratoria vista desde todos los ámbitos sociales.

He pensado este documento principalmente para su exposición a estudiantes de colegios de media, sin embargo, se presta para la lectura de un público en general por el contenido tan abarcador del mismo.

En su introducción Dorothy Carnegie, resalta la filosofía básica de su esposo, la cual detallo a continuación: “hablar en público es algo más que decir unas cuantas palabras antes un auditorio: es la expresión reveladora de la personalidad humana.”

La estructura de este documento, sigue el mismo patrón expreso en el libro y sé que será de mucho provecho para todos sus lectores.


 Aramis Marín.

17/11/2020.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Primera Parte.

Principios básicos para hablar eficazmente.

El único modo de que podamos alcanzar resultados rápidamente consiste en tener la actitud correcta para alcanzar nuestro objetivo y una firme base de principios para edificar sobre ellos.

I La adquisición de los conocimientos básicos.

Primero: aproveche la experiencia ajena.

Segundo: tenga siempre su objetivo.

Tercero: predisponga su mente para el éxito.

“La mayor lección que aprendí en mi vida es la extraordinaria importancia que tienen los pensamientos. Si yo supiera lo que usted piensa, sabría quién es usted, pues las ideas hacen a las personas. Si cambiamos nuestros pensamientos podemos cambiar nuestras vidas.”

Cuarto: aproveche toda oportunidad de practicar.

En todas partes se hallan oportunidad de hablar. Únase a organizaciones y ofrezca sus servicios para oficinas donde le sea necesario hablar. Párese y dé su opinión en las reuniones públicas a las que concurra, aunque solo sea para apoyar una moción.

II El desarrollo de la confianza.

Primero: comprenda bien las circunstancias relacionadas con el temor a hablar en público.

·         No es usted el único en sentir miedo de hablar en público. Estadísticas realizadas en diversos colegios muestran que de un ochenta a un noventa por ciento de los estudiantes inscritos en clases de oratoria experimentan pánico ante el auditorio al comienzo del curso.

·         Un poco de temor al auditorio es conveniente.

·         Muchos oradores profesionales me han confirmado que nunca perdieron completamente el temor al auditorio.

·         La causa principal de su miedo de hablar en público es, simplemente, que usted no está acostumbrado a hacerlo.

Segundo: prepárese en forma adecuada.

·         Nunca aprenda un discurso palabra por palabra. En su tentativa de protegerse de los peligros que representa caer en una laguna mental ante el público, muchos oradores se precipitan en la trampa de aprenderlo todo de memoria. Una vez presa de esta especie de opio mental, el orador queda atrapado por un método agobiador de preparación que destruye su efectividad sobre el estrado.

·         Reúna y ordene sus ideas de antemano. “Reflexione sobre su propio tema que llegue a madurar…entonces registre sus ideas, en pocas palabras, las necesarias para fijar la idea… regístrelas en trozos de papel: descubrirá que es más fácil ordenar estos fragmentos cuando vaya a poner en orden su material”.

·         Ensaye su discurso con sus amigos. Es éste un método infalible, sencillo y efectivo. Utilice las ideas que ha seleccionado para su discurso en la conversación diaria con sus amigos, con sus socios.

Tercero: predisponga su mente para el éxito.

·         Sumérjase en su tema.

·         Aparte su atención de todos los estímulos negativos.

·         Dese una charla de ánimo.

Cuarto: actúe con confianza.

III Hablar eficazmente de una manera más fácil y rápida.

Primero: hable acerca de algo sobre lo que usted haya ganado el derecho de hablar, ya sea por estudios o por propia experiencia.

·         Cuéntenos de lo que ha aprendido en la vida.

·         Busque los temas en su propia experiencia.

Segundo: asegúrese de que siente entusiasmo por su tema.  

No todos los temas sobre los cuales usted o yo hemos ganado derecho a hablar nos producen entusiasmo.

Tercero: esté ansioso por compartir su discurso con los oyentes.

Existen tres factores en toda disertación. El orador, el texto del discurso o mensaje y los oyentes.

El orador debe hacer sentir a sus oyentes que lo que él tiene que expresar es algo importante para ellos.


Segunda parte.

Discurso, orador y auditorio.

En esta parte nos referimos al triangulo del discurso, a los tres aspectos que lo constituyen.

IV Ganar el derecho a hablar.

Primero: limite su tema.

Es determinar la amplitud de éste y ajustarse estrictamente a los límites marcados. No cometa el error de intentar un paso más allá.

Segundo: Desarrolle su poder de reserva.

Una vez limitados los aspectos de su tema, sobre los cuales hablará, el próximo paso consiste en hacerse preguntas que darán mayor profundidad a sus conocimientos y lo capacitarán para exponer el tema que usted hay escogido.

Tercero: llene su discurso con ilustraciones y ejemplos.

·         Humanice su discurso.

·         Personalice su discurso utilizando nombres. Cuando relate anécdotas referida a otros, utilice sus nombres, o si no quiere descubrir su identidad, use nombres ficticios.

·         Sea específico, llene sus discursos de detalles.

·         Dramatice su discurso mediante el uso del diálogo. Si el orador posee alguna facultad para la imitación… el dialogo puede llegar a ser más efectivo.

·         Visualice, demostrando el tema de su charla.

Cuarto: use términos familiares y concisos que creen imágenes.

V cómo vitalizar el discurso.

Primero: elija temas por los que se sienta convencido.

Segundo: reanime los sentimientos que le despierta su tema. Cuanto más logre que revivan las escenas que describe…más vívidamente conseguirá expresarse.

Tercero: actúe con seguridad. Cuando se encamine antes el auditorio para hablar, no lo haga como un hombre que asciende las gradas del patíbulo, diríjase hacia el frente con aire decidido.

VI Comparta el discurso con el auditorio.

Primero: Hable en términos que interesen a sus oyentes. La causa del interés de su auditorio reside en que sus discursos se relaciones con ellos, con sus problemas, con sus intereses.

Segundo: demuestre aprecio honrado y sincero. Muestre su empatía por algo digno de elogio, que haya realizado esa gente, y obtendrá un lugar en sus corazones.

Tercero: identifíquese con su auditorio. Otro medio de tender líneas de comunicación consiste en utilizar los nombres de las personas que componen el auditorio.

Cuarto: haga participar al público en su discurso. En el momento que usted escoge a algún mimbro del público para ayudarlo a demostrar…será recompensado por un considerable incremento de la atención.

Quinto: demuestre humildad. El camino más seguro para tener al público en contra consiste en indicarle que uno se considera superior a él. Cuando usted habla es como si estuviera en una vitrina; está a la vista cada faceta de su personalidad…La modestia inspira confianza. A su público le agrada que usted se refiera a sus limitaciones mientras demuestre que está dispuesto a hacer las cosas lo mejor posible.

Tercera parte.

El propósito de los discursos preparados e improvisados.

VII Hacer que un corto discurso produzca acción.

…todo discurso, independientemente de que el orador lo sepa o no, posee algunos de estos cuatro objetivos.

1.      Persuadir, u obtener acción.

2.      Informar.

3.      Impresionar y convencer.

4.      Entretener.

Primero: ofrezca su ejemplo, un incidente de su vida. Describirá usted una experiencia que le haya enseñado alguna lección.

·         Fundamente su ejemplo sobre una simple experiencia personal.

·         Comience su discurso con un detalle de su ejemplo.

·         Llene su ejemplo con detalles importantes. 

·         Vuelva a vivir la experiencia mientras la relata.

Segundo: enuncie su objeto; cómo pretende usted que actúe el auditorio.

·         Abrevie y especifique su objeto.

·         Procure que su objeto sea fácil de llevar a cabo por quienes lo escuchan.

·         Exprese su objeto con energía y convicción.

Tercero: manifieste la razón o el beneficio que puede esperar el auditorio.

·         Asegúrese de que la razón guarde relación con el ejemplo.

·         Asegúrese de poner énfasis en una razón, una solamente.

 

VIII El discurso informativo.  

Primero: limite su tema para ajustarse al tiempo de que dispone.

Segundo: ordene sus ideas una tras otra.

Tercero: enumere sus puntos a medida que los expone.

Cuarto: compare lo desconocido con lo familiar.

·         Transforme los hechos en imágenes.

·         Evite los términos técnicos.

Quinto: emplee apoyos visuales.

La ciencia nos dice que prestamos veinticinco veces más atención a las sugestiones visuales que a las auditivas.

 

IX El discurso para convencer.

Primero: gane confianza mereciéndola.

“La sinceridad con que habla un hombre –decía Alexander Woolcott—imparte a su voz un tono de verdad que ningún farsante puede fingir.”

Segundo: obtenga una respuesta afirmativa.

¿No es mucho más ventajoso comenzar por algo que usted y su público creen firmemente, y dejar caer entonces alguna pregunta apropiada que a todos agradaría poder responder? Conduzca entonces al auditorio en busca de la ansiada respuesta.

Tercero: hable con un entusiasmo contagioso.

Es mucho menos probable despertar ideas contradictorias en la mente del auditorio cuando el orador presenta sus ideas con verdadero sentimiento y un entusiasmo contagioso.

Cuarto. Muestre respeto y afección por su auditorio.

“La personalidad humana exige amor y respeto ---dice el doctor Norman Vincent Peale---Todo ser humano posee un profundo sentimiento de su propio valer, de su importancia, de su dignidad. Si herimos estos sentimientos en alguna persona, la habremos perdido para siempre…”

Quinto: empiece en forma amigable.

 

X En discurso improvisado.

La facultad de coordinar los pensamientos y hablar improvisadamente, es aun más importante, en algunos sentidos, que la habilidad de hablar sólo después de una larga y laboriosa preparación. La exigencia de los negocios modernos y las contingencias actuales que estimulan la comunicación oral, hace imperativa la capacidad de agilizar rápidamente los pensamientos y verbalizarlos con fluidez.

Primero: practique discursos improvisados.

Segundo: prepárese mentalmente para hablar improvisadamente.

Cuando se encuentre en una reunión procure pensar en lo que diría si en ese mismo momento le pidieran que dijese algunas palabras.

Tercero: introduzca un ejemplo inmediatamente.

Cuarto: exprésese con ánimo y vigor.

Quinto: utilice el principio de “aquí y ahora.”

Sexto: No improvise un discurso. ¡Hable improvisadamente!


Cuarta parte.

El arte de la comunicación.

XI pronunciando el discurso.

Existen sólo cuatros medios, y solo cuatro, mediante los cuales nos ponemos en contacto con el mundo. Somos valorados y clasificados por esos cuatro contactos: lo que hacemos, lo que parecemos, lo que decimos y como lo decimos.

Primero: rompa el caparazón de la timidez.

Segundo: no trate de imitar a otros, sea usted mismo. No existe en el mundo otro ser humano como usted.

En otras palabras, usted posee una individualidad. Como orador es su más preciada posesión.

Tercero: converse con su auditorio. El auditorio debe sentir la presencia de un mensaje que surge directamente de la mente y los corazones de sus oyentes.

Cuarto: ponga el corazón en sus charlas. Sinceridad, entusiasmo y una profunda fe le serán también de gran ayuda. Cuando un hombre se encuentra bajo la influencia de sus sentimientos, su ser real sale a la superficie.

Quinto: practique haciendo su voz fuerte y flexible.

 

Quinta parte.

El desafío del discurso eficaz.

XII Introducción de oradores, presentadores y aceptando premio.

El discurso de introducción responde al mismo propósito de una presentación social. Une al orador con el auditorio, crea una atmosfera amistosa y establece un laso de interés entre ellos.

Ningún discurso sufre más mutilaciones que el discurso de presentación, probablemente porque numerosos maestros de ceremonias, a quienes se les ha confiado la tarea de prepáralo y pronunciarlo, no lo cree importante.

Primero: prepare cuidadosamente todo lo que vaya a decir.

Segundo: siga la formula T-I-O.

1.      T significa Tema. Dé comienzo a su presentación con el título exacto del discurso.

2.      I significa Importancia. En este paso deberá relacionar el tema con los intereses particulares del grupo.

3.      O significa Orador. Ahora debe enumerar las cualidades sobresalientes del orador, en especial las que guardan relaciones con su tema. Finalmente, diga el nombre de éste con máxima claridad.

Tercero: sea entusiasta. Al presentar a un orador, la manera de hacerlo es tan importante como lo que se dice. Debe procurar presentarlo amistosamente, y mostrar un auténtico placer al pronunciar sus palabras.

Cuarto: Muéstrese sinceramente.  

Una presentación muy elogiosa a menudo es mal interpretada por algunos miembros del auditorio. Muéstrese sinceramente afectuoso, pues se encuentra en una situación que exige el máximo de tacto y delicadeza.

Quinto: prepare cuidadosamente el discurso de presentación de premios.

“Está probado que el más profundo anhelo del corazón humano es el reconocimiento, el honor.”

1.      Diga por qué se ofrece el premio.

2.      Diga algo de interés para el grupo sobre la vida y actividades de la persona homenajeada.

3.      Exprese los grandes méritos que han hecho a esta persona acreedora a la recompensa y la cordialidad del grupo hacia ella.

4.      Congratule al homenajeado y exprésele los buenos deseos de todos para el futuro.

Sexto: exprese sinceramente sus sentimientos en el discurso de aceptación.

Limitarse a murmurar “gracias” y “el día más grande de mi vida” y “lo más grande que ha sucedido en mi vida” no son frases que estén bien.

1.      Agradezca sinceramente al grupo.

2.      Mencione a las personas que lo hayan ayudado, sus socios, empleados, amigos o familiares.

3.      Diga lo que el premio o el obsequio significa para usted.

4.      Finalice con otra sincera expresión de gratitud.

XIII La organización de discursos más extensos.

Primero: obtenga atención inmediata.

“un comienzo que atraiga la atención, algo que capte la atención de modo inmediato y en un sentido favorable”.

·         Comience su discurso con un incidente-ejemplo.

·         Despierte la expectativa.

·         Exponga un hecho que atraiga la atención. Este método de referirse a sucesos sorprendentes al comienzo del discurso es eficaz para establecer contacto con el oyente porque estimula el pensamiento.

·         Pidan que levanten la mano.  La técnica de pedir al público que levanten la mano obtiene una valiosa reacción conocida como “participación del auditorio”. Cuando usted la emplea, su discurso deja de ser un asunto marginal.

·         Prometan a sus oyentes cómo podrán conseguir algo que desean.

·         Use un objeto. Tal vez el modo más sencillo del mundo para ganar la atención consiste en mostrar algo para que el público lo vea.

Segundo: evite que la tención sea desfavorable.

·         No comience con una excusa.

·         Evite el relato gracioso como presentación.

Tercero: apoye sus ideas principales.

·         Emplee estadística.

·         Use el testimonio de expertos.

·         Emplee analogías. “relación entre dos cosas…que consiste en la semejanza, no de las cosas por sí mismas, sino de dos o más atributos, circunstancias o efectos”.

·         Use demostraciones, con objetos o sin ellos.

Cuarto: incite a la acción.

·         Resuma.

·         Solicite acción. Pida a su auditorio una respuesta que se halle dentro de sus posibilidades.

XIV La aplicación de lo aprendido.

Quizás usted se pregunte cuándo comenzará a aplicar lo aprendido en lo trece capítulos precedentes. Puede sorprenderlo si respondo a su respuesta con una sola palabra: inmediatamente.

Los principios y técnicas expuestas aquí son aplicables en la vida cotidiana.

Primero: use detalles específicos en la conversación diaria.

Segundo: emplee en su trabajo las técnicas para hablar eficazmente.

Tercero: busque oportunidades para hablar en público.

Cuarto: es necesario que persista.

Quinto: tenga presente la seguridad de su recompensa.  

“Hacerlo está al alcance de su mano. Crea que va a tener éxito. Créalo firmemente, y hará entonces lo que sea necesario para que el éxito llegue”.  

 

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